La vida siempre tiene cosas bellas. Cosas por las que debemos agradecer. Como la familia, los amigos, el día a día, un acontecimiento bueno y hasta por una sonrisa.
Todos los días nos pasan cosas buenas, las personas nos hacen favores, nos hacen felices y siempre es bueno agradecer por los buenos sentimientos y por las buenas acciones de otros hacia nosotros o hacia los que amamos.
La vida está llena de cosas maravillosas que muchas veces no tomamos en cuenta o nos olvidamos de tomar en cuenta a la hora de reflexionar sobre nuestra vida y decidir si tenemos una vida feliz o no.
Lo importante es no olvidar que las cosas buenas de la vida no son cosas sino que son personas, sentimientos y momentos, que a veces pasan desapercibidos para nosotros.
“Si supiéramos lo afortunados que somos al abrir nuestros ojos, al ver el sol una vez más, al sentir el aire golpear nuestros rostros y darnos cuenta que hemos despertado a una día más. Tan solo despertar ya es un gran acontecimiento y si tenemos la dicha de estar un día más en este mundo ¿Por qué no disfrutar de las buenas cosas que tenemos en la vida?”.
La vida es corta como para guardar odios y rencores, es mejor disfrutar del privilegio de amar, de ser feliz, de las risas de tus amigos, de los besos de tu amor, del cariño de tus Padres y de la seguridad de saber que mientras te lo propongas lo que desees lo podrás lograr”.